Mi vida como escritora comienza, sin saberlo entonces, cuando cumplo once años y mi madre decide regalarme un diario donde poder escribir mis experiencias. En él escribí sobre los niños del cole que me gustaban, el pajarillo al que intenté salvar la vida sin éxito y los muchos desengaños y sorpresas que, en mi adolescencia, comencé a llevarme en las relaciones personales.

El tiempo fue pasando y, al empezar a estudiar fuera de casa, acabé por crearme mi propio cuaderno de reflexiones. Los años de hormonas revolucionadas y las experiencias que surgen de vivir sin el refugio de la familia, me dieron mucho que pensar sobre la vida y la importancia de ésta, así que siempre tenía miles de cosas por las que pararme a escribir.

Un día, decidí compartir mis escritos con una de mis compañeras de piso. No olvidaré el momento en el que, con los ojos emocionados, me dijo que todos esos sentimientos debían ser compartidos con otras personas. Pero ahí quedó todo, en una tarde en la que mi alma recibió la primera señal a la que hice caso omiso.

Pasaron los años y mi cuaderno quedó ensombrecido por la rutina que la vida acaba por imponernos. Hasta que el Universo me mandó otra señal, frenándome en seco, de tal manera, que no me quedó otro refugio que aquellas páginas que seguían estando en blanco y se ofrecían a ser mi pañuelo de lágrimas. Escribir siempre ha sido mi mejor terapia.

Tanto escribí en esa época, para poder salir del pozo en el que me encontraba, que, sin darme cuenta, nació mi primer libro ¿En qué estaría yo pensando?, y, con él, la ilusión de poder entregar mis aprendizajes a toda persona dispuesta a cambiar su vida, a colorearla con nuevos tonos que la hiciesen relucir a pesar de las dificultades.

En 2010, después de alcanzar el sueño de publicar el libro y gracias a la insistencia de mi hermano, me subí al barco de las redes sociales, lo que me llevó a aficionarme a la publicación de frases y pequeñas reflexiones que han ido llenando mis días de más valor, sobre todo, al comprobar que éstas iban sirviendo también a otros para poder dar significado a los suyos.

El segundo libro nació justo de lo contrario que el primero: La felicidad de entender que la vida puede ser mucho mejor de lo que sueñas. Así que, en Un segundo, tomé la decisión de dar luz a mi segunda creación con ese mismo nombre y, de la mano de la persona que cambió, precisamente en un segundo, mi vida, nos atrevimos a transmitir, entre líneas, una forma efectiva de aumentar la felicidad.

Ahora, diez años después de que mi primer niño viese la luz y cientos de publicaciones en internet, esta página cobra vida para seguir manteniéndonos juntos en cada creación que surge de mis musas, entendiendo, al fin, que soy yo quien más aprende de esta experiencia gracias al apoyo incondicional tanto de mi familia, como de los que esperáis con emoción mis palabras.

Os deseo un feliz viaje a través de esta nube de recuerdos y detalles que hemos creado para vosotros con toda la ilusión y pasión de nuestros corazones. Mi sueño, hoy en día, es sólo poder seguir compartiendo y recibiendo el cariño de quienes me leen.

Productos añadidos a la lista de deseos
Product added to compare.

En  soniabrunar.com utilizamos cookies propias y de terceros. Puedes obtener más información en el enlace Saber más, o bien conocer cómo cambiar la configuración, aceptando o rechazando el uso de las mismas.